Y es que estamos acostumbrados a “perseguir” la felicidad; nos hemos creído que existen recetas mágicas del tipo “consigue un buen empleo y bien pagado, cómprate una casa grande, busca una pareja para toda la vida o hazte famoso”, y entonces, serás feliz. ¿Te suena?
Lo primero que te diría es: la felicidad no es algo que se consiga. Te cuento una idea que cambió para siempre mi vida: la felicidad es algo que ya tienes. Es decir, no tienes que hacer nada para conseguirla, no tienes que perseguirla… En lugar de eso, preocúpate de mimarla, nutrirla, blindarla y elevarla.
Cuando no te sientes feliz en realidad es porque, de algún modo, le estás dando palos a la felicidad que ya tienes. Pero, créeme, ya eres feliz.
Me encanta el símil de la felicidad y la mariposa: si la persigues, se escapa; si la esperas tranquilamente, se posa en tu hombro.
Fuente: elmundotenecesita.com
Muy bello todo lo recibido . Gracias , Gracias , Gracias .