Dos graves errores


Dos muy graves errores que puede cometer una persona que aspire a realizarse y a lograr algo importante en la vida, y los cuales son las principales razones de fracasos, amarguras, depresiones, relaciones deterioradas y muchas otras calamidades que nos llevan a la tristeza y la desesperanza, son:

El vicio de buscar siempre a quien culpar de todo lo que nos pasa, en lugar de mirar nuestras responsabilidades en el hecho.

La mala costumbre de estar criticando y quejándose de todo, en lugar de buscar el lado positivo de cada experiencia.

Cuando entendamos que nuestras decisiones influyen en las vidas de otros y que de nada sirve buscar un culpable sino buscar la solución habremos aprendido a convertir este en un mundo mejor. Recuerda que señalando culpables, criticando y quejándose ningún problema se soluciona.

Autor desconocido

Un día a la vez

Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar, dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.

Uno de esos días es ayer. Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores y tristezas.

Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y todo el dinero del mundo no podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar una palabra. Ayer ya pasó.

El otro día sobre el que no debemos de preocuparnos es mañana. Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros.

Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes, pero subirá. Hasta que llegue no tenemos parte en
mañana, pues aún no ha nacido.

Y solo queda un día: Hoy.

Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día. Cuando nos cargamos con esas horripilantes eternidades:

Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos. No es la experiencia de hoy que vuelve locos a los hombres, sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el mañana.

Autor desconocido

Recuerda que…

galicia-78-copia.jpg

Hay tristezas que son como las cascadas de los ríos, se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante los obstáculos para luego, desembocar en las playas de tu futura alegría.

Cuando notas que tu mirada pierde el brillo del atardecer, recuerda que en la mañana sube el sol quien hará de tu hoy, el inicio de tu día, por eso siempre espera el mañana con la cabeza erguida.

Continúa simpatizando con la vida aún cuando no brille tu sol.

Todos los sinsabores que pudiste percibir en la vida, tienen como finalidad que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para diferenciar lo bueno de lo malo.

Sólo se vive un día a la vez. Por eso aunque tengas prisa, tienes que esperar 24 horas para ver el mañana.

La vida es un lujo. Es el gusto de lo exquisito por mantener un pie frente al otro.

Sí, la vida es un lujo.

Lujo para amar, para respirar, para soñar y para ser feliz. Por eso gasta tu vida como si fueras millonario.

Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se saben amados, y que logres ver en éste día que naciste para recibir una caricia en cada uno de tus latidos, que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras llenas del aroma de tu interior.

Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás mantener tanto en tu espíritu, como en tu alma y en la eterna juventud.

Por eso manifiesta tu viveza en todo lo que haces, ríe como si fuera la última vez, sueña como los niños y haz de ti un ser humano que vive y deja vivir. 

Autor desconocido