Volar sobre el pantano

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Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola:

«Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.
En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.»

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.
Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA!!, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente
Autor desconocido

No digas nunca

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No digas nunca: «Ya no puedo más» 

No sabes cuánta es la fuerza que descubre en sí el que se mira por dentro, el que se decide a seguir poniendo esfuerzos, cada vez más redoblados. 

No digas que no puedes más, cuando se trata de corregir tus defectos, siempre puedes poner un esfuerzo más. 

No digas que no puedes más, cuando se trata de sufrir, lo que tú has sufrido, ciertamente que no ha llegado a lo que otros están sufriendo a tu lado, si ellos pueden más, ¿por que tú no podrás? 

No digas que no puedes más, cuando se trata de ayudar a los otros; es tanto lo que tú tienes para darles, que nunca darás lo suficiente y nunca te darás del todo.
Sé más optimista contigo mismo, tente más confianza, cobra más valor, dilata tus horizontes, descubre nuevos campos de acción. 

Sea éste tu lema: «¡Siempre más y siempre mejor!»

Autor: Alfonso Milagro

Había una vez

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Había una vez una joven que tenia de todo: hijos perfectos, un marido maravilloso, un buen empleo que le daba  muchísimas gratificaciones y una familia muy unida. Lo extraño es que ella no podía conciliar todo eso. El trabajo y los quehaceres la ocupaban todo el tiempo y su vida siempre era complicada en algunas áreas. Si el trabajo le tomaba mas tiempo, ella tomaba tiempo de los hijos, si surgían problemas, ella dejaba de lado al esposo para tener mas tiempo para resolverlos, y así las personas que ella amaba y sus necesidades pasaban a segundo lugar para más adelante.

Un día su padre, (un hombre muy sabio), le dio un hermoso regalo, UNA FLOR  muy cara y rara de la cual solo existía un ejemplar en todo el mundo, era única,  irrepetible.  Al entregársela  a la hija, este  le dijo: » hija, esta flor te va a ayudar mucho, ¡más  de lo que te  imaginas! Tan solo tendrás que regarla, podarla de vez en cuando y a veces  conversar un poco con ella y a  cambio, te dará un perfume maravilloso y flores divinas. La joven quedó muy emocionada. A fin de cuentas la flor era  de una belleza sin igual.
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La auténtica suerte

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¡La vida es como una lotería! Muchos creen haber perdido; peor todavía: creen que su vecino, más alegre y confiado, ha ganado. Sin embargo, los números de la lotería son tan diferentes entre sí. La diferencia radica en la forma de ver y en la forma de valorar. Y esto depende de cada uno de nosotros.

He encontrado un gran número de personas sensiblemente distintas entre sí. He escuchado sus más profundos secretos. Pero nunca he encontrado a nadie a quien le hubiera tocado «la lotería», «el premio gordo», de la pura y perfecta felicidad. Cada uno, de alguna forma, tenía algo que le contrariaba. Los creyentes llaman a este algo «la propia cruz». Los indiferentes y los ateos lo llaman «no tener suerte». Había incluso personas que, a pesar del sufrimiento y la desgracia, seguían contentas bajo el peso de las dificultades y contrariedades. Otras estaban abatidas, asqueadas y disgustadas.

A menudo, unas y otras, habían vivido la misma realidad, pero, ¡¡cuán distintos eran los resultados!! La vida es como una lotería. Sin embargo, cada uno puede poner mucho de sí.

Autor: P. Phil Bosmans

Te quiero como a nadie

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¿Cuándo fue que empezamos a ser amigos? no lo sé. ¿No te parece gracioso que con tu pareja siempre quieres llevar la cuenta, recordar el día y el momento exacto en que se conocieron, cuando empezaron su relación, a que hora, en donde?

Con tu pareja celebras aniversarios, y con los amigos es algo que realmente sobra, no importa el momento exacto, la hora, el día en que los conoces, solo importa que a través de esos años meses y días vas construyendo momentos inolvidables.

Con el presente construyes las anécdotas del ayer, recuerdas tal o cual fecha por sucesos importantes pasados a su lado, pero no tienes la presión de recordar que en un día exacto fue que empezaste a ser amigo de alguien.

Es más, tal vez al principio te caía mal, o no pensaste que algún día podrías llevarte bien conmigo, o con la persona que hoy es tu gran amigo. Estuve pensando en todo ello, y bueno, no importa si los conozco de hace diez, veinte, cinco años o unos cuantos meses, lo importante es que en ese mismo tiempo se ha ido construyendo la confianza, el respeto, la tolerancia, el cariño. ¡Cuantos años cuesta el construirlos y que pronto se pueden perder! Seguir leyendo