Las lágrimas

Todavía lloramos y que bueno que así sea, las lágrimas rara vez hacen mal.
Son siempre una catarsis, una liberación, una forma de decir que nadie es auto-suficiente.
En ésta confesión de franqueza humana, se esconde un acto de humildad de quien reconoce que llegó a una encrucijada,y cuando esto hiere demasiado, los ojos dicen lo que la boca no consigue pronunciar.

Hay lágrimas de dolor, lágrimas de amor, lágrimas de alegría incontenible, lágrimas de tristeza, lágrimas silenciosas de paz y de ternura, lágrimas de gratitud por un elogio realizado en el momento preciso,lágrimas de esperanza, lágrimas de inocencia.
Pero también hay lágrimas de vergüenza, de necedad, de desafío, de chantaje, de egoísmo por no haber conseguido lo que se quería.

Hay quien llora por cualquier cosa y hay quien tiene vergüenza de llorar, cuando llorar era la única cosa decente que podía hacerse.

Es muy probable que existan cosas mucho más bonitas que una persona llorando en paz.
Pero, después de las siete maravillas del mundo, muy bien se podría proponer la que sigue como la octava: Un monumento a la persona que todavía llora por amor y que además no tiene vergüenza de mostrar que dentro de ella habita un sentimiento noble.

De las cosas más bonitas que conozco, una de ellas es la sonrisa de una persona …y otra, la lágrima silenciosa de alguien que desea comenzar de nuevo…

Autor desconocido

La amistad

La amistad no se conquista, no se impone; se cultiva como una flor, se abona con pequeños detalles de cortesía, de ternura y lealtad; se riega con las aguas vivas de desinterés y de cariño silencioso.

No importan las distancias, los niveles sociales, los años o las culturas, la amistad todo lo borra.

La felicidad del amigo nos da felicidad: sus penas se vuelven nuestras porque hay un maravilloso lazo invisible que une a los amigos. La amistad es bella sobre toda ponderación, por que:»Para el que tiene un amigo, no existe soledad.»

autordesconocido

Amar a un ser humano (1)

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Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida.

Cuando el cielo está gris

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Cuando el cielo esta gris hay tiempos buenos y tiempos malos, pero siempre existirá una luz que nos guíe en esos momentos de oscuridad.

– Cuando el cielo este gris acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
– Cuando sientas frío piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

– Cuando sufras una temporal derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.

– Cuando necesites amor revive tus experiencias de afecto y ternura, acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

– Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.

– Si esto has tenido lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.
– Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez, visualiza aquel atardecer que te emocionó…
– Revive esa caricia espontánea que se te dio.
– Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes. Y solo tú decides cuales has de volver a mirar. 

Autor desconocido