El pesimismo II


No des tantas oportunidades al que te falló en una segunda oportunidad. La primera vez será por su culpa, la segunda será por la tuya. No mantengas a tu lado a aquellas personas que te hagan daño. Si lo estás haciendo actualmente pregúntate… ¿Qué consejos te darías a ti mismo si no fueras tú mismo? Pues empieza a aplicártelos uno por uno. Quiérete como si fueras tu mejor amigo, porque de hecho, serás la única persona con la que tendrás que vivir toda tu vida. Y si alguien te acusa de ser un poco egoísta por pensar de este modo, acúsale tú de ser muy poco inteligente.

¿En qué momento habremos decidido alejarnos de nosotros mismos? ¿En qué momento nos habrán convencido de tener menos derechos de los que tenemos? ¿En qué momento nos habremos quedado ciegos? Existen muchos más motivos por los que sonreír cada día que por los que lamentarse. Y no, querido amigo, esto no son tan solo frases, son formas de pensar, y así es como uno empieza a cambiar el mundo, SU mundo.

Siente pasión en cada cosa que hagas, sé sincero contigo mismo y con las personas que te hayan demostrado que merecen la mejor parte de ti. Y si quieres ir por buen camino, empieza a hacer substituciones. En lugar de frustración, esperanza. En lugar de tristeza, alegría. En lugar de lágrimas, sonrisas. En lugar de pesimismo,optimismo. En lugar de pasividad, iniciativa. En lugar de competitividad, superación de uno mismo. En lugar de retos, objetivos. En lugar de odio, indiferencia.

¿Y en el lugar del miedo? ¿Qué se te ocurre?

La felicidad está al alcance de todos y de todas las circunstancias. Tú eliges el papel que quieres en la película de tu vida, tú eliges si ser el protagonista y el principal responsable de tu felicidad o el actor secundario que depende del resto. Tú decides si eres una víctima o un héroe.

Por lo tanto, no tienes excusas compañero, sólo depende de ti. Desde este momento te darás cuenta de que existen dos tipos de personas: las que se plantean el «SI…» condicional como posible reto (si hago esto, puede que me acerque más a mi objetivo. Por lo tanto, lo hago), y las que lo usan para esconderse constantemente entre sus límites y miedos (si lo hago, puedo fracasar).

Así que yo digo… en lugar de miedo, sueños.

Noemí Carnicero Sans.

Deja un comentario