El equilibrio


La felicidad muchas veces podría asemejarse al agua, es decir, pasa por tener la habilidad de adaptarte y fluir. Otra metáfora que me encanta es la del bambú y el roble: solo el bambú sobrevive al vendaval debido a su capacidad para doblarse y adaptarse a las condiciones externas.

Como en todo en la vida, hay que buscar el equilibrio entre las convicciones y la flexibilidad. La flexibilidad excesiva nos empuja a la indeterminación y a la irrealidad; la perfección y convicción extrema nos hace débiles y víctimas de los fracasos. Encuentra tu punto intermedio.

Fuente: elmundotenecesita.com

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